Puerto Real se vistió de gala para conmemorar con la
Virgen de la Soledad, el 325 Aniversario de la Bendición y Puesta al Culto de
la imagen que esculpiera Luisa Roldán, “La Roldana”. Las calles exornadas con flores, los balcones
así como alfombras con sales que la juventud de la hermandad sacramental
distribuyó por la calle de la Plaza.
Todo dispuesto y previsto se encontraba a las 21h30
en la Prioral de San Sebastián. Las formaciones musicales se disponían ya en el
atrio de la parroquia, pero no sería hasta las 21h55 cuando la AM Humildad y
Paciencia de El Puerto de Santa maría empezará a sonar para bajar la rampa de
acceso a la parroquia y sonara el Himno Eucarístico.
Tras ella, la Cruz de Guía y el Guión del Grupo
Joven que antecedían las representaciones de algunas de las hermandades
invitadas por la Soledad para este acto extraordinario. Posteriormente, los
hermanos mayores de estas cofradías cerraban este cuerpo antes de que aparecieran
los acólitos y sin música, de momento, el palio de Nuestra Señora de la
Soledad.
Sones de Pantión, de Jesús de las Penas fueron los primeros en sonar tras la Soledad
para acompañar su descenso hacía la calle Ancha y posterior entrada en ella. Marchas
clásicas y fúnebres, como nos acostumbra la hermandad cada Viernes Santo,
fueron las interpretadas por la BM Pedro Álvarez Hidalgo de Puerto Real. Sones
como Cristo de la Sangre de Cebrián,
Expiración de Font, Virgen del Valle, La Virgen en sus Lágrimas de Farfán, El
Lirio Tronchado de Borrego, …, y como culmen la recogida con Amarguras, Soledad de Puerto Real de Abel Moreno y La Madrugá del mismo.
Una procesión muy seguida a lo largo de todo su
itinerario, con gran cantidad de fotógrafos delante del paso en todo el camino
(en la llamada bulla). La imagen lucia su manto negro con estrellas así como
situación excepcional la saya de Isabel II que donó a la hermandad y que debido
a su estado hacía mucho tiempo que no procesionaba, todo perfectamente puesto sobre la imagen por el vestidor de la hermandad y amigo de esta casa, José Carlos Hernández Ruiz.
La Soledad estrenaba el puñal, obra de Olmo
Orfebre de Rota, donado por la junta de gobierno y devotos de la Hermandad, la insignia
del Vía Crucis celebrado el pasado año 2011 en Cádiz, portado en el fajín.
Un día maravilloso, si bien el fuerte viento de
levante no evitó que la gente se echara a la calle así como que a la recogida
del palio ya en la Victoria se despidiera con sus tres “portazos” y un castillo
de fuegos artificiales.
Un año para recordar en la hermandad de la Soledad.
Desde aquí, queremos agradecer la labor realizada y la facilidad que siempre
nos han puesto desde la Junta de Gobierno para acudir a los actos y tomar las
imágenes que quisiéramos para que ustedes las disfruten.