La lluvia hizo acto de presencia tal como habían anunciado
los partes meteorológicos y finalmente el Vía Crucis Oficial de las Hermandades
y Cofradías de Cádiz tuvo que ser presidida por la Cruz de Guía de la
corporación de Sanidad y no por el titular, Nuestro Padre Jesús del Mayor Dolor
al ser imposible el traslado a la Santa Iglesia Catedral debido a la lluvia.
La decisión se hizo esperar, no obstante, parecía
bastante clara al ver entrar a cada uno de los asistentes con el abrigo ó el
paraguas mojado. A las 20h15, hora a la que el cortejo debería haber salido
hacia el primer templo diocesano, se formó el cuerpo de acólitos, la capilla
musical y la parihuela con el Señor del Mayor Dolor fue trasladada desde el
Sagrario hasta el Altar Mayor. En todo momento, la iglesia de Santa Cruz
permaneció en penumbra dando esa imagen de sobriedad que la corporación del
Martes Santo quiso mantener durante el acto.
El Señor vestía su túnica bordada e iba en la
parihuela de la hermandad sobre un suelo de claveles rojos y lirios morados, e
iluminado por cuatro candelabros de madera dorada. Dos jarras, también con
claveles y lirios, a los lados de la imagen remataban la destacada que hubiera
puesto en la calle la cofradía de Sanidad.
Una vez en el altar, se le rezó un Rosario con 14
misterios dolorosos y al término se comunicó la decisión. Los asistentes se
marcharon hacia el primer templo diocesano y allí, puntual a las 21h y con el
Obispo presente, comenzó el rezo de las 14 estaciones del Vía Crucis.
En torno a las diez y cuarto de la noche finalizaba
Zornoza el rezo de la decimocuarta estación que ponía fin a este acto
cuaresmal.
Desde que el Vía Crucis se realiza en el interior de
la Catedral, era la primera vez que una imagen no presidía este acto en el que
participan todas las cofradías de la ciudad. Nuevamente, el mal tiempo quiso
estar presente en un acontecimiento cofradiero. Y Sanidad tendrá que esperar
ahora bastantes años para salir a la calle el primer lunes de Cuaresma.
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