Cada
Viernes Santo ver el paso del Descendimiento impresiona. El coloso paso obra
Manuel Guzmán Bejarano y Luis Jiménez, discípulo y maestro respectivamente, y
en el que también intervino el imaginero Luis Ortega Brú, realizando éste las
cartelas del mismo y al cual se le han retirados sus habituales candelabros y
añadido unos faroles pertenecientes a la
sanluqueña Hermandad del Silencio, obras también de Manuel Guzmán Bejarano
impresionó aún más cuando la iconografía que tenía sobre su mesa era la de un
belén en el momento de la adoración de los Reyes Magos.
Este
belén, que se puede contemplar a diario en la basílica del Carmen, presidió con
un andar muy elegante y con una selección de marchas muy exquisitas (Silencio Blanco, La Pasión, …), con
sonidos trianeros de la Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo del
Amor y Caridad de El Puerto de Santa María y Jerez siempre avanzando pero sin romper el andar.
Sobre
el paso como hemos comentado del Sagrado Descendimiento, de la Hermandad de la
Soledad decir que los Reyes Magos iban ataviados con capas de terciopelo y
llevaban las coronas que portan los Reyes Magos de la Cabalgata de Jerez. El
rey Gaspar llevaba en sus manos la cadena que sostiene un incensario de la
Hermandad de la Soledad.
El
regreso por San Marcos fue algo muy bonito debido a las dimensiones del paso y
a la estrechez que presentan calles de este barrio. Un detalle de buen gusto la
selección de este itinerario de regreso dejando de lado la ancha calle Porvera
para llegar a la Victoria.
GALERÍA DE IMÁGENES
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